jueves, 11 de marzo de 2010

"Pasión extrema por su presencia"

"Pasión extrema por su presencia"
Por Gab Pérez


Sal. 132: 1-5.

"Acuérdate oh Jehová, de David y de toda su aflicción. De como juró a Jehová y prometió al Fuerte de Jacob. "No entraré en la morada de mi casa, ni subiré sobre el lecho de mi estrado; no daré sueño a mis ojos, ni a mis párpados adormecimiento, hasta que halle lugar para Jehová, morada para el Fuerte de Jacob"

1 Cr. 17.1-27

"Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, después que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor, dijo el rey (David) al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas. Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo." (énfasis mio)

Estuve tratando de descifrar el contexto de cuando se habrá escrito este salmo. Tengo que admitir que estaba en un dilema; ¿se había escrito cuando el arca del pacto habia sido robada por los filisteos o cuando fue recuperada por el pueblo de Israel y David como rey quería construirle un templo?. Al encontrar el pasaje de Crónicas llegué a la conclusión que fue lo segundo. Este pasaje además de confirmar creo tienen una relación interesante con el Salmo 132. Es impresionante el hambre y la pasión de David por la presencia de Dios. Una pasión que tal vez nunca hemos sentido. La presencia de Dios representaba tanto en la vida de este hombre que cuando fue ungido rey, lo único que quizo saber al principio de su reinado, no era el estado financiero del reino para saber cuantas riquezas poseía, o que le mostrarán sus tesoros, o recorrer lo que sin duda fue el palacio más lujoso y extravagante de la época; antes que todo esto, fue preguntar como un loco ¿Donde esta el arca de Dios?, y me imagino a David desesperado y ansioso por verla por qué él sabía que ahí estaba la misma presencia de Dios.



Posteriormente David durante el tiempo de su reinado Dios lo libró de todos sus enemigos y su reino era prosperado sobremanera y se dio cuenta como él habitaba en el esplendor de un palacio, rodeado de todas las bendiciones de su Padre y Dios tan solo en una habitación hecha de cortinas, fue tanto el impacto de esta realidad que propuso construir un templo para el Único Dios. Sabemos como termina todo, David no lo construiría (1 Cron. 17:4) este privilegio estaba reservado para Salomón.


El salmo 132 me deja ver la pasión de este hombre, lo que quizo decir por medio de este salmo es algo como "prefiero no entrar en mi casa, ni ver mis tesoros, ni mi casota, ni mis jardines, ni dormir en mi cama de oro, ¡ni siquiera dormir!, no quiero ni descansar hasta que la presencia de Dios encuentre un lugar digno de reposo"

La presencia de Dios vive ahora en ti y en mi, (Ef. 1:13) pero ¿seremos capaces de tener la misma pasión de David?, de decir "Señor, no dormiré, ni estaré tranquilo hasta que mi vida sea un lugar digno de tu presencia, una morada digna para ti"

Oro con todo mi ser para que los dos, tanto tu y como yo podamos desarrollar tal pasión y desarrollemos tal santidad que nuestra vida sea un templo digno de la presencia hermosa de Dios.

Digámosle "Señor has de mi vida, un templo digno de tu Espíritu, una vida que te agrade, ¡donde en mis pensamientos, acciones, decisiones y palabras estés tu! por siempre.


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